ABA: «Bancos han invertido millones en tarjetas con chip»
SANTO DOMINGO. La Asociación de Bancos de República Dominicana (ABA) informó ayer que las entidades bancarias del país desde hace varios años han invertido millones de pesos en la adopción de tarjetas con la tecnología de chip o EMV (Europay Mastercard Visa).
La ABA ofreció esta información luego de que Diario Libre le requiriera los detalles de esta tecnología, y de lo que la misma ha significado en materia de costos para las entidades financieras.
El pasado jueves el Banco Central publicó un aviso en los periódicos en el que daba a conocer que la Junta Monetaria dispuso la publicación en las páginas web de esa institución y de la Superintendencia de Bancos, la decisión de que las entidades emisoras de tarjetas bancarias adopten el estándar EMV para la emisión de los plásticos.
En ese sentido, el presidente de la ABA, José Ml. López Valdés, dijo que “desde hace varios años, los bancos vienen trabajando en la introducción de la tecnología chip o EMV. Esto implica la sustitución gradual de las tarjetas con banda magnética a tarjetas con chip. Además, se requieren adecuaciones tecnológicas en los sistemas de procesamiento de datos, así como el cambio de los POS o puntos de venta que actualmente se usan para que estos POS puedan leer las tarjetas con tecnología chip”.
El titular de la organización que agrupa a las entidades bancarias del país, indicó que los bancos han hecho inversiones millonarias desde hace ya algunos años y el proceso de sustitución de una tarjeta por otra está en marcha desde hace tiempo, pero afirmó que hay que cambiar varios millones de tarjetas.
“Con esto, los bancos se han preocupado en adoptar una tecnología que hasta ahora es más segura contra los fraudes de las tarjetas. Los clientes que ya tienen estas tarjetas desde hace un tiempo disponen de una tarjeta más segura y por lo tanto, la banca lleva con ello tranquilidad de que sus tarjetas no van a ser objeto de clonación o fraude”, dijo.
López Valdés manifestó que se espera que el proceso de sustitución gradual de las tarjetas tradicionales hacia las tarjetas con chip, que ya las entidades bancarias iniciaron, continúe avanzando para que próximamente el nuevo plástico con chip sea prácticamente el más utilizado.